Los padres del campeón mundial de salto largo, Irving Saladino, expresaron confianza en el próximo triunfo de su hijo en los Juegos Olímpicos de Beijing, China.
"De los juegos olímpicos vamos a traer la medalla de oro. Sí, eso es un hecho", dijo David Saladino, padre del atleta, en entrevista difundida este domingo por el Canal TVMax.
"Pienso que el primer salto de Irving estará arriba de los 8,50 metros y de ahí, cualquiera cosa puede pasar", agregó.
El campeón mundial de salto largo, Irving Saladino, de 25 años, competirá el 16 de agosto Beijing. Saladino logró un salto largo de 8,57 metros para la medalla de oro en el Campeonato Mundial de Atletismo de Tokio, Japón, en 2007.
La madre, Cristina de Saladino, dejó entrever su profunda convicción religiosa y afirmó que Irving logrará la victoria en Beijing.
"Lo primero que él tiene que hacer es enmendarse a Dios, que haga las cosas con calma y se concentre solamente", expresó la mamá del campeón.
Los padres del campeón dijeron que de niño, Irving había sido hospitalizado debido a unos dolores estomacales, pero tras la alarma inicial los médicos determinaron que no tenía nada.
"Estábamos asustados porque para hacer una junta médica es porque puede haber algo malo. Pero lo revisaron, y no le encontraron nada. Allí está Irving", recordó el progenitor.
El señor David subrayó que en los inicios de la carrera deportiva del campeón, llegó a decirle que, si no era constante en la asistencia a los estadios para entrenarse, que mejor se dedicara a trabajar en otra cosa.
"Iba al estadio, y no iba. Yo le dije, mira Irving si tu no vas a seguir eso, tu vas a tener que trabajar para que te pagues tus estudios, porque yo no te voy a tener aquí en la casa, nada más que para la universidad y el resto del día en la casa sin hacer nada", anotó.
Según los progenitores, Irving fue un niño travieso como cualquier otro; le gustaba el fútbol y el béisbol, pero paradójicamente no manifestaba ninguna inclinación hacia el atletismo.
"Cuando él estaba en la escuela primaria, las competencias las realizaba como que no le llamaba la atención", subrayó la señora Cristina durante la entrevista.
El padre recordó que cuando Irving era niño practicaba todos los deportes, en especial el fútbol, luego tuvo un periodo de béisbol, pero se dio cuenta que no le gustaba este deporte.
Recordó que la pasión de su hijo por el atletismo comenzó cuando Irving participó por primera vez en una competencia escolar representando a la ciudad Atlántica de Colón y cosechó triunfos.
Luego de algunas victorias y buenas marcas a nivel nacional, Irving fue llamado a competir a nivel internacional. Representó a Panamá en El Salvador, Guatemala y Jamaica, donde mostró su gran capacidad.
"Representar a su país en alguna competencia y ganar una medalla era algo grande para él", dijo la madre.
Ambos padres se emocionaron al recordar cuando su hijo se convirtió en campeón mundial de salto largo con una distancia de 8,57 metros en 2007 en Tokio.