Dementieva se llevó el oro y Rusia, las tres medallas

La superioridad que el tenis ruso demuestra en el circuito WTA con cinco jugadoras entre las diez mejores del ranking también se vio reflejada en los Juegos Olímpicos donde el podio final solo tuvo una bandera y un mismo idioma.

Para Dementieva esta medalla de oro tiene olor a revancha ya que en Sydney 2000 cayó en la final ante Venus Williams y en Atenas 2004 no pudo pasar de la primera ronda donde perdió con Alicia Molik. En tres participaciones olímpicas ya suma dos preseas, una de oro y una de plata.

Este es el segundo torneo que la rusa logra en la temporada. Antes había ganado en Dubai. El 2008 no es el mejor año de la Elena que sólo accedió a otras dos finales, Berlín y Estambul.

Antes no más de 3000 personas al comienzo, dato que demuestra el bajo interés que despierta el tenis femenino en China (y quizás en el mundo), Elena Dementieva (7°) y Dinara Safina (6°) jugaron una final ajustada donde ninguna de las dos ofreció garantías con su saque jamás.

En apenas ocho games, ya se habían roto el servicio cuatro veces, algo que aprovechó mejor Safina. Dinara se llevó el primer set por 6-3 con tres quiebres sobre Dementieva, quien golpeó la raqueta contra el piso dos veces en señal de fastidio por su nivel.

A medida que el partido avanzaba, más gente llegaba hasta el court central del complejo de tenis de Beijing. Claro, no era para ver a las rusas sino para conseguir una mejor ubicación de cara a la final masculina que un rato más tarde jugarían Rafa Nadal y Fernando González.

En el segundo set, Dementieva salió decidida a llevar el partido a un tercero y así apabaulló a Safina. Rápidamente se colocó 4-1 gracias a un juego mucho más agresivo. Pero la ventaja se evaporó enseguida y Safina volvió a emparejar el juego.

Elena se colocó 6-5 y cuando todo parecía que se enfilaba hacia un tie-break, Safina no pudo cuidar su servicio. Dementieva atacó con furia sobre el revés de su rival. Dejó pasar uno pero en el segundo set point aprovechó la chance y se llevó el parcial por 7-5.

En el set decisivo, los nervios fueron consumiendo a ambas jugadoras, pero fue Dementieva la que encontró mayor serenidad y sacó a relucir su expriencia olímpica para quebrar tres veces a una Safina sin la potencia y precisión del primer parcial.

La apatía que parecen transmitir las jugadoras rusas desde el court llegó a las tribunas. Jamás bajó un grito de aliento hacia ninguna de las dos. Apenas aplausos ante cada punto pero nada más que eso. Clima de final nunca hubo.

El bronce se lo llevó Zvonareva

En el court N°1, que paradójicamente tenía más público que la cancha central donde se juega la final, la rusa Vera Zvonareva venció con facilidad por 6-0 y 7-5 a la local Li Na por en poco más de una hora y obtuvo la medalla de bronce en el single del tenis femenino.

En sólo 19 minutos, la N°11 del mundo ya se había llevado el primer set por 6-0 mostrando la amplia superioriad de una jugadora sobre la otra y obligando al aplauso del público local que veía como aplastaban a su representante.

Observando el nivel de la jugadora china en ese primer parcial cuesta creer como pudo eliminar a Venus Williams en los cuartos de final del torneo. Sin embargo, la historia del partido cambiaría.

El segundo parcial ya fue más parejo. Zvonareva bajó su intensidad y la china, N°42 del ranking, subió su nivel. Li Na quebró el saque de la rusa dos veces para ponerse 3-1 y 5-4 con su servicio pero en ambas ocasiones no logró defender la ventaja.

Zvonareva quebró en el último game del partido y se llevó el set por 7-5 desatando el festejo por la obtención del bronce. La jugadora china se despidió igual con los aplausos de su gente y algo decepcionada por no haber podido conseguir una medalla, aunque sea de bronce.