Panamá estalló de júbilo el lunes al conquistar Irving Saladino la medalla de oro en la competencia de salto largo en Beijing, la primera dorada que gana este país centroamericano en una justa olímpica.
En Colón, la provincia natal de Saladino, automovilistas hicieron sonar sus bocinas y los residentes del modesto barrio de Altos del Atlántico, donde viven los padres del campeón, salieron de sus casas alzando los brazos y festejando al ritmo del reggaeton el triunfo dorado de Saladino.
Su natal Colón, es una provincia al norte llena de contrastes. En ella opera la zona franca más grande del continente y varias terminales portuarias extranjeras, pero sobresale la pobreza y la inseguridad callejera.
En Panamá, en la terminal de transporte de Albrook, atestada cada mañana de miles de personas que se dirigen a sus trabajos, muchos hicieron una pausa frente a los televisores y brincaron de alegría cuando el panameño hizo el mejor salto de la competencia.
A Saladino, campeón en el mundial del año pasado en Japón, le bastó el registro de 8,34 metros que logró en su cuarto intento para superar al sudafricano Khotso Mokoena y al cubano Ibrahim Camejo.
Es el primer oro olímpico que conquista Panamá, un país entregado más al boxeo, el béisbol y el baloncesto.
"Tengo una fe ciega. Y estoy muy feliz, muy emocionada", dijo la madre del atleta, Cristina Saladino, cuya residencia quedó inundada de vecinos y periodistas.
"Gracias a Dios se logró esa medalla... todos sufrimos el sábado (en las eliminatoria) pero ahora, como dice el dicho, el que sufre: celebra con más alegría", señaló el padre del atleta David Saladino.
Antes del oro de Saladino, Panamá sólo había logrado medallas olímpicas en los Juegos de Londres 1948 cuando Lloyd LaBeach obtuvo bronce en los 100 y 200 metros.
Saladino inició la competencia calzando un zapato azul en un pies y uno rojo en el otro, pero luego se calzó un par de color dorado. "Se puso sus zapatos dorados y esos zapatos significaban medalla de oro", comentó su padre.
Saladino llegó a Beijing con el mejor registro del año, los 8,73 metros que saltó hace tres meses en Holanda. Una semana después de apuntarse esa marca, que es la séptima en la historia y la mejor de los últimos 14 años, Saladino quedó séptimo en una justa de la Liga de Oro en Berlín, con apenas 7,92.
En Beijing sorteó la fase preliminar con el noveno registro, un modesto 8,01.