La natación bajó el telón y el atletismo subió al escenario principal en los Juegos Olímpicos. Pero mientras una gigante volaba a alturas impensadas y un panameño saltaba un canal de oro, fueron los pequeñines de la gimnasia china los que mantuvieron al país anfitrión haciendo piruetas de felicidad. El país anfitrión ganó el lunes cuatro de las 19 medallas de oro en disputa, incluyendo tres de las cuatro que repartió la gimnasia. También embolsó la de tenis de mesa por equipos de hombres, una disciplina que aparentemente se escribe en mandarín por el dominio histórico de los chinos.
China tiene 39 depósitos en su cuenta de oro, 17 por encima de su escolta Estados Unidos, al promediar la décima jornada de los juegos. Gran Bretaña ganó otro metal del más alto valor y está tercera con 12, su mejor desempeño en una olimpiada desde 1920. La mitad de los oros británicos son en ciclismo. Si de algún consuelo le sirve, Estados Unidos sigue al frente en el total de medallas con 72 (22 oros, 24 platas, 26 bronces). China está segunda en ese renglón con 67 (39-14-14) y Rusia tercera con 36 (8-13-15).
Panamá debutó en la columna de oro por primera vez en su historia olímpica con la victoria de Irving Saladino en el salto largo. Su brinco de 8,34 metros no fue nada del otro mundo, pero le alcanzó para que el himno del país centroamericano se escuchara en el Nido de Pájaros. En el mismo escenario, la rusa Yelena Isinbayeva volvió a acariciar las nubes y rompió su propio récord mundial en el salto con pértiga, con un brinco de 5,05 metros que le rebanó un centímetro a su marca anterior. Isinbayeva no pierde una justa importante desde 2004 y tiene 24 récords mundiales en su carrera.
La gimnasia volvió a ser un río dorado para los atletas chinos, con las victorias de Chen Yibing en los anillos, en los que de paso su compatriota Yang Wei se embolsó la plata; He Kexin en las barras asimétricas de mujeres, donde su compañera de equipo Yang Yilin ganó el bronce, y He Wenna en la gimnasia de trampolín femenina. El única medalla de oro que China no ganó en la gimnasia fue en el salto de potro, donde se coronó el polaco Leszek Blanik.
Entre tanto festejo, los chinos lloraron el retiro de la competencia del campeón olímpico y mundial de los 110 metros con vallas Liu Xiang, quien no se repuso de una lesión y dejó al país sin su única esperanza de ganar un oro en el atletismo. Estados Unidos se alzó con sus primeras medallas de oro en el atletismo, en el tercer día de competencias, con el triunfo de Stephanie Trafton Brown en el lanzamiento de disco femenino y el 1-2-3 de Angelo Taylor, Kerron Clement y Bershawn Jackson en los 400 con vallas. Kenia también se llevó dos de oro en el Nido: Pamela Jelimo en los 800 metros femeninos y Brimin Kiprop Kipruto en los 3.000 con obstáculos masculinos.
La tercera dorada de Estados Unidos en el día fue en los saltos por equipo de la equitación. Australia colgó tres oros en sus vitrinas gracias a la supremacía de Emma Snowsill en el triatlón femenino, y las victorias de sus parejas de hombres y mujeres en la categoría 470 de la vela. En la rama femenina de esa competencia, las brasileñas Fernanda Oliveira e Isabel Swan ganaron bronce. Dinamarca recibió el otro oro de vela que se entregó en la jornada, en la categoría 49er, aunque ese en realidad lo ganó el día anterior y no se lo habían entregado por una protesta.
Gran Bretaña continuó con su dominio en el ciclismo y se impuso en la persecución por equipos de hombres, su sexto oro sobre dos ruedas en Beijing, y la holandesa Marianne Vos ganó la carrera por puntos de mujeres, en la que la cubana Yoanka González recibió la plata. Bielorrusia también escuchó su himno en el levantamiento de pesas. En fútbol femenino, Brasil y Estados Unidos despacharon a Alemania y Japón, respectivamente, y avanzaron a la final.