Brasil y Estados Unidos, que se impusieron a Alemania y a Japón, respectivamente, se jugarán el oro el jueves en el Estadio de los Trabajadores de Beijing en una final que reeditará la de Atenas 2004, en la que las norteamericanas derrotaron al equipo "canarinho" por 2-1 en la prórroga.
Ambas selecciones son las justas finalistas de un torneo que se ha desarrollado según los parámetros esperados, salvo por la sorpresa de Japón, que se ha colado hasta las semifinales, y la decepción de Corea del Norte, una de las favoritas a priori, pero para la que, sin embargo, el denominado "
de la muerte", que completaban Brasil, Alemania y Nigeria, fue un escollo insalvable.
El resto de candidatos al triunfo, Brasil, EEUU, Alemania, Noruega y Suecia, pasaron la primera criba y han ido midiendo su potencial y eliminándose unos a otros hasta que sólo han quedado los dos conjuntos americanos.
La "verdemarella" ha rubricado un torneo en el que ha ido de menos a más con el paso de los partidos y se ha plantado en la final invicta tras empatar con Alemania (0-0) en el arranque del campeonato y ganar a Corea del Norte (2-1) y Nigeria (3-1), también en la fase de grupos, y a Noruega en cuartos (2-1) y a Alemania en semifinales (4-1).
El éxito brasileño ha radicado en el equilibrio obtenido por una defensa que, tras un dubitativo comienzo que requirió de cambios, incluso en la portería, ha ido asentándose y beneficiándose de la inercia positiva que las tres puntales del equipo, Marta, Cristiane y Daniela Alves, autoras de diez de los once goles de la "canarinha" en el torneo, han extendido por todas sus filas.
Por su parte, el camino hasta la final ha sido más complicado en el caso de EEUU, todo un seguro de vida en los Juegos Olímpicos por cuanto, además del oro de Atenas 2004, también obtuvo el título en Atlanta 1996 y fue subcampeona en Sydney 2000.
Las estadounidenses se presentaron en Pekín sin su capitana, Kristine Lilly, embarazada, y su mejor delantera, Amy Wambach, lesionada durante la preparación olímpica, dos sensibles bajas que, en principio, la mantenían en el
de favoritas, pero reducían un tanto sus opciones de revalidar el oro de Atenas.
Las dudas, además, se acrecentaron tras caer en el primer partido ante Noruega (2-0) al recibir los dos goles más rápidos de la historia del torneo.
Sin embargo, EEUU tomó buena nota de lo sucedido y ha ido creciendo y recuperando el nivel que se le presuponía gracias a su superioridad física y a la aportación ofensiva de jugadoras como Angela Hucles.
Así, las estadounidenses han alcanzado la final tras vencer a Japón (1-0) y Nueva Zelanda (4-0), todavía en la fase de grupos, y 2-1 a Canadá, con algunos problemas y en un partido que requirió de tiempo suplementario; y con suficiencia y contundencia a Japón en las semifinales disputadas hoy en Shangai (4-1), en un duelo en el que pasó por encima de las niponas en la segunda mitad.
Por tanto, el Estadio de los Trabajadores de Pekín será el escenario en el que, el jueves a partir de las 21.00 horas (13.00, hora GMT), los dos mejores conjuntos se disputarán la gloria olímpica.