Después de estar prendida durante 16 días en el pebetero del Estadio Nacional, la llama sagrada de las Olimpiadas de Beijing se apagó esta noche.
Antes el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Jacques Rogge, había declarado clausurados los Juegos de la capital china y se entregó la bandera olímpica a Londres, ciudad anfitriona de las Olimpiadas de 2012.